Sigmund Freud, murió el 23 de septiembre de 1939, agotado por un cáncer de laringe y por un cuadro séptico agudo. Se aproximó a su final con extraordinaria lucidez y con un dejo de amarga burla hacia el nazismo, que lo había perseguido, lo había convertido en un enemigo mortal del Reich y lo había condenado al exilio.
En La interpretación de los sueños Freud llega a afirmar que la idea de “localidad psíquica” no es en absoluto superponible al concepto de “lugar anatómico”, sino que, más bien, puede acercarse a la noción de <<punto ideal>> en referencia a un aparato óptico: “nos representamos, pues, el aparato anímico como un instrumento compuesto a cuyos elementos damos el nombre de instancias, o, para mayor plasticidad, de sistemas. Hecho esto, manifestamos nuestra sospecha de que tales sistemas presentan una orientación especial constante entre sí, de un modo semejante a los diversos sistemas de lentes del telescopio, los cuales se hallan situados unos detrás de otros” (1900, O.C., p. 672). Por tanto, si de lo que hablamos es de instancias y/o sistemas, y no de compartimentos estancos anatómicos; si lo que aseguramos es que existe un orden establecido de sucesión funcional, aunque en determinadas ocasiones pueda quedar modificado; y si lo que postulamos es la existencia de una sucesión de sistemas mnémicos caracterizados por distintas leyes de asociación, estaremos cada vez más cerca, de introducir la categoría estructural incluso en esta primera representación del aparato anímico.
Osvaldo Buscaya
Psicoanalítico (Freud)
24/9/2021
Buenos Aires
Argentina